sábado, abril 17, 2010

Baldgleiches



Se llama decepción.

Tiene un nombre sencillo y apariencia
mudable y residencia ubicua. Puede
aparecer tras rosas y ventanas,
manifestarse en nieve en el desierto
y en ardor en mitad del hielo azul.

Es hiedra que recorre cada muro
por la vertiente interna del amigo;
sal que cierra con ascuas las heridas,
lluvia de piedras sobre el terciopelo
de la buena intención hecha migajas.

Tu barco va a encallar en sus sargazos,
el viento ya no sopla y estás quieto,
a medio hundir, sin velas ni sextante.


Francisco José Martínez Morán

17 comentarios:

Vía Morouzos dijo...

Me encanta...

Aún escucho su nombre entre las sábanas... Decepción... Es el mordisco frío de un cuchillo en el eco perdido de mi pecho... Decepción...

Me encantan las palabras y la foto... Me encantan...

Un abrazo!! ;-)

Amparo dijo...

Es cosa de un minuto, la decepción.
Vuelve muchas veces a cara descubierta, promete que no es la misma. El estómago conoce su astringencia.

Muy bonita, las palabras justas. Siempre hay algún barco que pasa!

Beíta dijo...

Sin exagerar, se acaba de convertir en mi poema favorito...
Sí señor.
¡Qué grande!
:)
Muaks!

André Domingues dijo...

Muchísimas gracias, Francisco, por tu visita y tu comentario!

Creo que la decepción es lo que se podría llamar de una ausencia asídua.

Un abrazo desde Portugal!

André Domingues

Marion dijo...

Me gustan tus poemas.

gloria dijo...

Decepción no verte,
un placer,leerte.

Un abrazo

Abril dijo...

Me ha encantado.

Anónimo dijo...

Tú decepcionado, yo esperanzado...
Tú escribiendo poemas largos, yo poemas cortos...
¡Vamos a tener que tomarnos unas cervezas!

Un abrazo

ElenarTe dijo...

Decepción: sal que escuece en heridas.

Buena descripción para algo tan indescriptible.
un abrazo!

Elena

veridiana dijo...

Con una apariencia catastrófica,siempre una esperanza.

Besitos

Olga Bernad dijo...

Es cierto: se llama decepción.
Pocas asuntos hay tan definitivos como nombrar las cosas. Es un poco como quemar las naves, no hay vuelta atrás ni eufemismos que valgan.

Me gusta mucho, Francisco.
Un beso.

Unknown dijo...

Ooooooh. Muy bueno!!! Bueno, como viene siendo habitual ya. Tu saber hacer, ya sabemos jejeje. Molaba una colaboración con el Dr. Amor... Saludos!!!

Antonio Azuaga dijo...

Chapeau! Como siempre... No hay más que sentarse a la puerta de casa para ver pasar el cadáver de un entusiasmo, de una confianza, de una lealtad...

la tua mamma dijo...

Impresionante y demoledora definición.¡Y es largo! Y qué decir de la foto...Sin palabras...

Dylan Forrester dijo...

Interesante poética, degustable, por cierto.

Saludos...

Amparo dijo...

La silla, se me olvidó, tiene lo suyo, que conste. Después de la casa, la cama, luego la silla, desmembrándose.

samsa777 dijo...

Muchísimas gracias: a los de siempre, por vuestra fidelidad; a los nuevos amigos, por mandarme ánimos. A todos, en fin, por las palabras tan hermosas que me dedicáis.

Un abrazo,

Francisco