IBANT OBSCURI SOLA SUB NOCTE PER UMBRAM

En el amanecer distingo los colores

de un tiempo que jamás ha sido mío.

La piel se eriza y tiembla la mañana;

avanzo con la luz, porque soy sombra.

  

 

DESPUÉS

Qué frágil el milagro; 

con qué facilidad se desbarata

y no parece más que pesadilla,

no más que un breve sueño vergonzoso,

materia de nostalgia,

remordimiento y sombra.

 

PRINCIPIO

 

 

¿Cuál es la escapatoria?

¿Qué corredor conduce a lo perdido?

¿Dónde se recupera

la piel que nos vistió

entonces, cuando todo no era más

que una limpia promesa del futuro,

una mentira dulce susurrada

por los labios sin peso de la noche?

 

 

UNA CANCIÓN SIN CANTO

 

 

Las calles de Madrid,

y tú tan roto.

Las calles atestadas,

y tú sin voz ni paso,

tan sumamente tú y, a la vez, nadie;

 

las calles de Madrid,

el mar de lo perdido,

el bosque indiferente,

y tú tan solo y triste y despojado.