Gracias, querido Rafael Mammos, por regalarme un espacio en el pórtico de tu maravilloso libro.
Gracias, Juan José Martín Ramos por seguir, contra viento y marea, al timón de El Levitador (Polibea).
No dejéis de leerlo: de lo mejor que ha pasado por mis pupilas en los últimos años.
1 comentario:
¿Pasar por las pupilas?
Bueno.
Vale. Lo acepto.
Publicar un comentario